Leyendo para el colegio

Hola lectores!

El consejo de esta semana trata sobre las asignaciones de lectura que el colegio nos deja.

Suelen ir desde clásicos de la literatura internacional hasta libros de autores locales, lo que nos lleva a pensar que son obras poco interesantes o entretenidas. Ésa es la opinión de la mayoría, pues los libros que nos ''obligan'' a leer, acaban por aburrirnos.

Como anteriormente decía en mi publicación sobre Libros para cada estado de ánimo, usualmente disfrutamos de un libro cuando lo escogemos nosotros mismos, y antes de empezarlo, ya anticipamos leerlo y conocer su contenido, sucediendo exactamente lo contrario cuando se trata de obras que un profesor nos asigna leer, nuestro interés en dichos casos siendo poco o cerca de nulo.

La juventud de hoy en su mayoría se interesa por novelas actuales, publicadas dentro de las últimas décadas; pues éstas son las que tratan temas relevantes a sus intereses. Así, cuando en clase de literatura les mandan a leer ''Don Quijote de la Mancha'', un libro con varios siglos de longevidad, se decepcionan grandemente, y, a pesar de ser un libro genial, quedan con muy mala idea de éste, además de que la mala experiencia de tener que leerlo dentro de un límite de tiempo y entregar un trabajo basado en éste, les hace pensar que el libro en sí no es bueno.

Esas palabras describen perfectamente cómo me sentí al leer ''El Quijote'' en sexto de primaria, y aunque leí una versión juvenil, mi opinión del libro no fue nada favorable; uno, porque no era lo suficientemente madura para entender la profundidad de la obra; dos, porque leí una muy mala versión; tres, porque siempre que intentaba leerlo, en vez de relajarme, como usualmente hago en mi momento de lectura, me estresaba al pensar que era no más que una tarea, y que si no lo acababa a tiempo tendría un problema con el profesor.

Me imagino que ése es el caso de muchos, y aunque no se trate del mismo libro, pues dependiendo del país y la región del mundo, las novelas a leer varían, el sentimiento de estrés e impotencia por leer algo que evidentemente no le interesa a la mayoría, es común.

Debemos tener en cuenta que muchos, por no decir todos, de los que no tienen experiencia leyendo por su cuenta, son llevados involuntariamente a pensar que la experiencia lectora es igual a las tareas del colegio, por lo cual deciden ni intentar buscar libros de su propio interés para leer en su tiempo de ocio.

Probablemente si el deseo de leer ''El Quijote'' hubiera surgido en mí por sí solo, hoy tuviera yo una opinión favorable de la obra maestra de Cervantes...; mientras tanto, tendré que conformarme con diferir con la abrumadora mayoría hasta que un día decida leer la novela, y así, crear mi propia opinión del libro, alejada de todas las implicaciones que una asignación escolar trae consigo.

No obstante, mi opinión: que el colegio suprima de su programa el imponer libros a sus estudiantes que potencialmente disgustarán, permanece inmutable.