Saturday, August 9, 2014

Qué es un clásico, y por qué leerlo?

Me pregunté desde mis inicios como lectora cuales eran los parámetros que evaluaban en los libros para considerarlos como un ''clásico''. Llegué a preguntarme si esperaban a que el ejemplar tuviera más de doscientos años desde su publicación para luego llamarle de ese modo. Sin embargo, al investigar, y dada la ambigüedad de las definiciones, decidí que llegar a mis propias conclusiones sería mucho más satisfactorio.
En lo que todos parecen estar de acuerdo es en el hecho de que un clásico debe superar la prueba del tiempo, y mantener su relevancia, por decirlo de algún modo, eternamente. De ahí la razón por la cual los mismos suelen ser libros publicados siglos atrás.
El clásico debe ser igual de impactante leído hoy que cuando fue escrito, debe hacerte notar lo variado que es el mundo, lo lleno de sentimientos y emociones que a veces fallamos en identificar, y que a través de sus páginas podemos experimentar.
He notado que no se ha establecido una definición convencional (utilizando la connotación original de la palabra) para el término, mas bien, lo de ''libro clásico'' está sujeto a debate. Autores escriben ensayos exponiendo sus conclusiones; dicen algunos que la novela clásica forma parte, desde su publicación, del canon de su género, que ésta sirve como modelo y, por consiguiente, define los estándares de su categoría.
El reconocido literato, Italo Calvino, dijo en su ensayo ''Por qué leer los clásicos?'', que aquellos son los libros que aún no han terminado de decir lo que tienen que decir, o sea, de transmitir su mensaje. Calvino, me parece, acertó con esta afirmación, pues dichos volúmenes, cada vez que se leen, dejan en el lector una nueva impresión, nuevas enseñanzas y conclusiones. Pareciera como si aquellos, aún teniendo finitas páginas, ilustraran incontables verdades, de las que lo fueron, son, y serán un hecho, mediante un mero relato.
Más de uno ha afirmado guiar su día a día gracias a lo aprendido en un libro tradicional, cosa que, de no ser experimentada, sería difícil de creer. Esos que no lo han vivido, probablemente dudarían la efectividad de una clásica narración, dirían que una obra con semejante longevidad no tendría valor para los individuos de la década; Y se equivocan de una manera monumental.
Cierto es que los grandes: Dickens, Tolstói o Austen, ninguno/a vivió en nuestra era, ninguno conoció los dilemas actuales, y ninguno supo de los intereses modernos, mas por sus obras poseer el ''carácter de clásico'', podemos identificarnos, podemos entender, y más que nada, podemos encontrar utilidad en lo que transmiten, aquello en mayor medida que con cualquier obra de la época.
Pasé recientemente por, como le he llamado, una época de sequía de clásicos. Y si bien demoré la lectura canónica, no fue por falta de clásicos, sino por distraerme con ejemplares modernos. Me crucé con muchas novelas juveniles, y, a pesar de ver agrado en su interpretación, nada se asemejó a mis amadas novelas victorianas.
Es ese sentimiento de que me estaba perdiendo de algo, el que experimenté al iniciar un nuevo clásico; Vi que hay más belleza en la franqueza de un autor sabio, que en las complacientes mentiras de un relato poco realista, y que aunque haya momentos en que solo quisiera adentrarme en un mundo distópico o fantástico, poco se compara con aprender de la vida mientras disfruto de un argumento de calidad.

2 comments:

  1. Te invito a mi Sorteo Nacional en mi blog :)

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    1. Hola!
      Me encantaría participar, aunque veo en las bases de tu concurso que es exclusivo para México.
      Gracias por el aviso de todas maneras,
      Un beso!

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