Hola lectores!
Leer es un acto que, según mi parecer, requiere de un
ambiente con ciertas características; hablar de los lugares favoritos para leer
es algo que no he visto en ninguna otra parte, por lo que cabe perfectamente en
este espacio, en el tema de la semana.
Al visitar las casas de mis amigas, veía una habitación
que me gustaba, e inmediatamente pensaba que aquella sería perfecta para leer;
no me imaginaba viendo la televisión, o oyendo música, aún cuando hacía mucho
que no leía un libro, eso era todo lo que podía imaginar como el momento ideal.
Una habitación acogedora, con un clima fresco, ese
tipo de temperatura que no requiere de ventiladores o aires acondicionados, en
un lugar con pisos de madera o alfombra, un estante repleto de libros en la
pared, y la cantidad de luz justamente necesaria para ver las letras. Aquel es
el escenario ideal que imagino sería el primer requisito de mi futura casa,
pues me acogería cuando sólo la compañía de un libro me parece agradable.
Preguntando por ahí veo que a algunos les gusta la luz
natural, y a otros simplemente no; yo sí la aprecio, aunque sin alguna lámpara
encendida siento el ambiente un poco triste. Mi habitación acogedora tendría
una gran ventana, en mi mente el cristal da a unos árboles con pocas hojas,
como en invierno, aunque realmente valoraría cualquier clima que no involucre
el abrumador calor del verano.
Mi habitación tendría múltiples asientos, pues la
lectura se hace más interesante cuando tu vida real varía mientras lees. A
veces con cambiar de sillón los ánimos se refrescan y puedes continuar leyendo
como si recién hubieras empezado, mas la biblioteca no sería demasiado grande,
y es que cuando te encuentras sólo en un espacio amplio, tiendes a sentirte
genuinamente solitario. Estar consciente de que con un par de pasos puedes
reunirte con tu familia es un sentimiento confortable, así que el cuarto daría
la impresión de ser un rincón para evadir la compañía sin hacerte sentir como
que estás lejos de ella.
Podría disfrutar de un libro aún más si estoy al aire
libre, en la sombra, no obstante. Quisiera que el clima fuera templado, y que
el viento hiciera sentir su presencia, sea una montaña, una playa, o el patio
trasero de una casa en los suburbios, la naturaleza siempre me ayuda a cambiar
de ánimos positivamente.
La presencia de un animal es apreciada, especialmente
cuando ninguno siente la necesidad de perturbar al otro, pues el simple hecho
de estar subconscientemente enterado de que hay alguien a tu lado que está feliz
de verte, y tu sola presencia le basta para estar satisfecho, es vigorizante.
Estar en el espacio perfecto para leer, diría yo, es esencial
para disfrutar un libro. No es clave, pero definitivamente influye en cómo
percibes lo que tienes en las manos.
Así que como yo he hecho, les recomiendo imaginar qué lugar
les sería perfecto para leer. Quizás si encontráramos la manera de recrear un
espacio en nuestras casas con características similares, pudiéramos disfrutar
de un buen libro con más efectividad, y como para mí esa es la imagen de pura paz
y tranquilidad, quizás para más de uno, ese espacio se convertiría en la manera
perfecta para dejar escapar un poco de estrés y tensión.
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