Yo
como escritora – parte 7
Hola lectores!
Les decía anteriormente que la
objetividad es una cualidad a la que todos debemos aspirar, y me decido a tocar
una vez más el tema para darles un ejemplo de ésta.
Recientemente en mi país se alzaba un
dilema sobre si explotar o no un terreno montañoso rico en minerales. La Loma
Miranda es un área invaluable para la isla, y el colocar un yacimiento minero
traería mil desventajas. No obstante, también traería otros cuantos puntos
positivos. Y aunque no estoy a favor de su explotación, sí reconozco esto.
Hace un par de meses, en mi curso
asignaron escribir un discurso tanto a favor como en contra de la explotación,
de modo que aprendamos lo que es el debate, e imagino, también para que
practiquemos nuestra objetividad.
Al escribir mis discursos, me
enorgullecí de ver que todo el que lo leía quedaba menos seguro de qué estaba
''bien'', y qué estaba ''mal'', pues en realidad, ambos son objeto de los
pareceres.
Mi papá me dijo que por un momento había
quedado convencido de que explotar la loma no sería algo tan malo, así que
supongo que eso se lo debo a una buena redacción, una gran capacidad de
recolección de datos, y un buen ojo para las declaraciones objetivas, y aunque no
recuerdo cuál fue mi posición a la hora de debatir, siguen frescas en mi mente
las felicitaciones del profesor.
Este debate fue realizado en el formato de la National Speech
& Debate Association, que fue el mismo utilizado en el
campeonato de Harvard al que asistí (Click AQUÍ para
leer sobre la experiencia).
Les dejo el primer link: Discurso
Loma Miranda (EN CONTRA de explotación)
Y también el segundo escrito: Discurso
Loma Miranda (A FAVOR de explotación)
Espero que al leer ambos discursos, puedan experimentar el
mismo sentimiento que yo al investigar; las cosas pueden parecer de cierto modo
hasta que se las mira desde otro punto de vista, y definitivamente aplica para
todo.
Un
beso,
Marga J
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