Monday, July 21, 2014

Poema: ¿Para qué?

Hola lectores!
La semana pasada me vi en la necesidad de esquivar un segmento de nuestro ya acostumbrado Domingo de Poesía para escribirles sobre mi nominación a los Liebster Awards (Click AQUÍ para verla). No obstante, hoy continuamos a pesar de la interrupción, discutiendo en esta ocasión sobre una pieza del poeta argentino, Pedro Miguel Obligado. Aquí el poema, ''¿Para qué?'':

¿Para qué?
¿Para qué este deseo de un afecto profundo,
y este afán de ser noble, y esta lucha por ser;
si sólo viviremos un instante en el mundo,
y la vida que aísla, no nos deja querer?

¿Para qué transformar el gemido en un canto,
y aprender en las penas, a dar nuestros consuelos;
si todos van huyendo, sordos por desencanto;
y el hombre perseguido tiene horror de los cielos?

¿Para qué la bondad que provoca el abuso,
cual los mimos que vuelven más caprichoso al niño;
si aceptarán apenas, o le darán mal uso,
al corazón que se hace pesado de cariño?

El esfuerzo destroza las alas del anhelo,
y el bien con que soñamos, es un ciego derroche.
¡Todas las flores no hacen jardín de este suelo,
y todas las estrellas no pueden con la noche!...

Y ¿para qué alma mía, vas a seguir tu empeño?
El camino se pierde: no se oye, no se ve…
Mejor es descansar en el lago del sueño:
¿Para qué?...
¿Para qué?... 

Me parece que el autor habla en su poema sobre la lucha inútil que a su parecer es la vida, y al contarnos sus razones para creer esto, nos da a entender que considera a las personas como seres hipócritas que pretenden luchar por salvar algo irreparable, el mundo...?
En su primera estrofa, Obligado nos pregunta que cuál es el uso de ''(...) desear un afecto profundo, afanarse en ser noble, y luchar por ser'', básicamente diciendo que vivir, al menos de esta manera, tiene poco sentido y retribución. El poeta se pregunta el beneficio en actuar ''noblemente'', y ''luchar por ser''; en otras palabras, aspirar, lo que significa que él considera los objetivos que el ser humano de hoy se ha planteado como irrasionales, y luego continúa diciendo que ''sólo viviremos un instante en el mundo''. Desde ya nos hace pensar que el autor considera la vida terrenal como única, y que no ve un futuro de ningún tipo luego de la muerte. Luego, confirma de alguna manera mis sospechas cuando dice ''y la vida que aísla, no nos deja querer?'', pues si tomamos en cuenta que el concepto ''vida'', en este caso podría representar cosas bajo las que nos regimos, que en esencia nos limitan, sea el concepto de ser bueno, noble, y no ''mal'', hasta la religión; El autor podría estar insinuando que aquellas cosas limitan a las personas a vivir libremente.
En la segunda estrofa, Obligado acusa a la gente de ser hipócrita, pues cuestiona la necesidad de ''(...) transformar el gemido en canto'', o sea, pretender estar feliz cuando en realidad es lo contrario; me parece que el autor había perdido a alguien cercano, y quizás había quedado disgustado con el pretender de personas que fingían doler por su cuenta. Al decir ''Para qué (...) en las penas, (...) dar nuestros consuelos, si todos van huyendo, sordos por desencanto'', tal vez esté sugiriendo que las condolencias de aquellos ajenos a la pérdida suelen ser falsas y poco sentidas, y quizás no solo limite su acusación al fallecimiento de seres queridos, sino que esté refiriéndose también a la tendencia de las personas a pretender, sin importar las razones para hacerlo. 
Con el verso ''y el hombre perseguido tiene horror de los cielos'', el autor podría referirse a muchas cosas, tal vez manifieste que la gente se va desencantando con dicha falsedad, y como consecuencia, se resigna a ver el ''cielo'' como algo poco atrayente, una vez más haciendo referencia a su disgusto con la sola creencia sobre ''la otra vida''.
El poeta claramente ve más defectos en la sociedad, cuestionando en su tercera estrofa el compadecerse del abuso, sea en sentido general o con los niños, siendo ''el abuso'' los castigos de los padres, pues continúa diciendo ''cual los mimos que vuelven más caprichoso al niño'', declarando que aquella bondad es otra cosa innecesaria. Deja clara otra falta en la humanidad, al llamar a los hijos ingratos con sus padres, pues los infantes ''(...) le darán mal uso, al corazón que se hace pesado de cariño'', refiriéndose al amor y sacrificio no retribuido de los padres por sus hijos.

Obligado luego nos dice que en este mundo, luchar por lo que soñamos requiere de un sacrificio que no vale la pena. En su cuarta estrofa declara ''El esfuerzo destroza las alas del anhelo'', quizás expresando que lo que hace falta para lograr lo que anhelamos es algo que en el camino te quita las ganas de lograrlo. ''y el bien con que soñamos, es un ciego derroche'' podría referirse a, una vez más, su falta de fe, o podría también hacer referencia al futuro prometedor que todos vemos en nuestras vidas, llamándolo un ciego derroche a falta de optimismo, cuyo origen pudo haber sido un sueño fallido de su juventud.
Con su siguiente verso podría estar una vez más condenando a la humanidad, diciendo ''¡Todas las flores no hacen jardín de este suelo'', asegurando que, si bien hay buena gente en este mundo, su totalidad no podría lograr que el resto cambie. Me hace pensar que utiliza las flores y el jardín como metáfora, queriendo decir que en belleza real hoy es escasa, y junta no lograría hacer del mundo algo bello. Es similar al siguiente verso: ''y todas las estrellas no pueden con la noche!...'', que en esencia dice nuevamente que la oscuridad actual no puede ser combatida con éxito por los pocos de buen corazón.
La última estrofa del poema continúa cuestionando el propósito de todo, pregunta de forma abierta, aunque dirigiéndose oficialmente a un ''alma'', que podría ser cualquier persona y todas a la vez, el por qué de su ''empeño'', símbolo probable de la vida. El poeta concluye sus preguntas con las palabras ''mejor es descansar en el lago del sueño'', quizás refiriéndose a que prefiere la muerte antes que vivir en un mundo de hipocresía, o que prefiere la ignorancia, el ''sueño'', antes que estar consciente de las fallas de la gente.
De cualquier forma que se le interprete, el poema del argentino nos da a entender que Obligado ve muy poco sentido en el vivir. Me entristece que halla personas con tan pocos ánimos, no obstante, estoy de acuerdo con él en una que otra cosa: la gente puede llegar a ser hipócrita, y la ignorancia de aquello es la clave para la felicidad. Estos tristes versos tienen cierta belleza, y podrían llegar a componer uno de mis poemas favoritos.

Pedro Miguel Obligado
Nació en Buenos Aires, Argentina, en 1892. Fue reconocido nacionalmente por su trabajo en 1926, cuando su segundo libro de poesía, ''El ala de la sombra'' (1920), le ganó el Primer Premio Municipal de Poesía. Ese mismo año publicó ''El hilo de oro'', el cual le obtuvo el Premio Nacional de Letras, galardón que siete años después volvió a recibir por el libro ''La isla de los cantos'', recibiendo tres veces más el mismo premio por otras publicaciones.
Escribió además ensayos y guiones cinematográficos, traduciendo textos teatrales de reconocidos dramaturgos, entre ellos, William Shakespeare. También, se graduó como abogado, publicó para periódicos y revistas, y trabajó como profesor de psicología.
Obligado falleció en 1967 en su ciudad natal.

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